Quédate un momento aquí, no mires hacia mi que no podré aguantar si clavas tu mirada que me hiela el cuerpo me a pasado antes que no puedo hablar. Tal vez pienses que estoy loca y es verdad un poco tengo que aceptar, pero si no te explico lo que siento dentro no vas a entender cuando me veas llorar. Nunca me sentí tan solo como cuando ayer de pronto lo entendí mientras callaba, la vida me dijo a gritos que nunca te tuve y nunca te perdí, y me explicaba que el amor es una cosa que se da de pronto en forma natural lleno de fuego si lo forzas se marchita sin tener principio llega a su final.
Respirando tu aire
soñando tus sueños
y quiero que sepas
que tu estas en ellos
que eres el culpable
de todos mis desvelos
quiero que comprendas
que tu eres mi anhelo
Me paso los dias
las noches enteras
pensando en el amor
que corre por mis venas
pensando que buscaba
alguien que me quisiera
y que al fin encontre alguien
que vale la pena.
Ati te estoy hablando a ti, a ti el que no escucha
Ati que con lo que te sobra me
darías la luz para encender los días
Ati que con lo que te sobra me
darías la luz para encender los días
Ati que juegas a ganarme cuando
sabes bien que lo he perdido todo
Ati te estoy hablando a ti aunque
te importe poco, lo que estoy diciendo.
Ati te estoy hablando a ti aunque es perder el tiempo.
sabes bien que lo he perdido todo
Ati te estoy hablando a ti aunque
te importe poco, lo que estoy diciendo.
Ati te estoy hablando a ti aunque es perder el tiempo.
Pero cuando no decís lo que necesitas decir ni con palabras, ni gestos, ni con silencios, ni gritos, eso que necesitas decir se revela y habla como puede.
Lo que necesitamos decir lo vamos a decir, como sea.
Lo que necesitamos decir lo vamos a decir, como sea.
Cuando te preguntas por qué y no tenes respuesta no hay paz, te sentís caer al vacío, no hay pregunta que duela más que ‘por qué’. Y necesitamos entender eso que nos inquieta, nos perturba, nos genera ansiedad.
No entender nos enmudece. Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos por qué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad preguntándonos una y otra vez por qué, por qué. Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que necesita una respuesta urgente, esos por qué que desesperan. Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa.
Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… o sí.
Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… o sí.
IMAGINAMOS las cosas a nuestra manera , las queremos ASI como las imaginamos, y asi como nadie es perfecto la vida TAMPOCO ES PERFECTA . Pensamos las cosas antes de tenerlas AHÍ , las imaginamos PERFECTAS salimos siempre ganadores , tenemos la razon de todo y conseguimos lo mejor . Pero al instante que tenemos el momento y la oportunidad de hacer lo que imaginamos , nos PARALIZAMOS , se detiene el mundo , y de cómo lo habíamos imaginado y como queriamos que pase , sale todo al reves . Asique SINCERAMENTE digo que no hace falta imaginar para que pase . Sino que IMAGINEMOS para tener la FE , de que algun dia SIN IMAGINAR ANTES , nos va a pasar lo imaginado .
Un amigo invisible no anuncia su llegada, simplemente llega, y tal vez uno no lo registre, pero una vez que entro. No se va nunca más. Y si, es raro, misterioso, te atrapa, pero da miedo. En el camino se van a sentir solos, van a tambalear pero van a encontrar la forma de hacer pie, de apoyarse en alguien. ¿Eso somos? Eso somos y seremos siempre. El amigo invisible, el aliado, como quieras llamarlo. El que ayuda.
No es tan fácil confiar. Cuando te fallan una y otra vez ¿por qué no te van a volver a fallar?
Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad.
La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar?
Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza…No defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa?
La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar?
Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza…No defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa?
Los grandes momentos de la vida están llenos de preguntas. Los grandes encuentros de la vida están llenos de interrogantes. Cuando llega el gran momento uno cree haber contestado todas las preguntas; cree estar listo. Ya en ese momento, uno cree tener las respuestas y reacciona. Pero siempre surgen nuevos interrogantes. Qué, cómo, cuándo, dónde y por qué. Eso es lo que siempre nos preguntaremos.
¿Importa dónde estamos? ¿Hay que tener una razón para hacer todo lo que hacemos? Vivimos deteniéndonos con preguntas. ¿A dónde vamos? ¿Cuál es el camino? ¿Qué sentido tiene todo? Nos llenamos de preguntas. ¿Y si no llego? ¿Y si no te encuentro? ¿Y si te pierdo?
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Todas las preguntas tienen la misma respuesta. ¿Qué es esto? Un viaje. ¿Cómo llegué acá? Viajando. ¿Cuándo? Durante el viaje. ¿Dónde estoy? En el viaje. ¿Por qué? Por el viaje. De regreso a casa, a la luna, al centro de la tierra o al interior de uno mismo. Todo es un gran viaje, en el que sabemos de dónde partimos, pero no a dónde llegaremos. Y eso... es lo más divertido del viaje.
¿Importa dónde estamos? ¿Hay que tener una razón para hacer todo lo que hacemos? Vivimos deteniéndonos con preguntas. ¿A dónde vamos? ¿Cuál es el camino? ¿Qué sentido tiene todo? Nos llenamos de preguntas. ¿Y si no llego? ¿Y si no te encuentro? ¿Y si te pierdo?
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Todas las preguntas tienen la misma respuesta. ¿Qué es esto? Un viaje. ¿Cómo llegué acá? Viajando. ¿Cuándo? Durante el viaje. ¿Dónde estoy? En el viaje. ¿Por qué? Por el viaje. De regreso a casa, a la luna, al centro de la tierra o al interior de uno mismo. Todo es un gran viaje, en el que sabemos de dónde partimos, pero no a dónde llegaremos. Y eso... es lo más divertido del viaje.
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